La luz empezaba a colarse por la ventana del hotel. Empezó a percibir
su cuerpo entre las sábanas. Y recordó cómo la había conocido...
Aquella chica recién salida de la adolescencia, maleducada y caótica,
que ahora compartía con él la habitación, había conseguido hacerse un
hueco en su mente poco a poco para luego instalarse definitivamente en
ella.
Abrió los ojos, llenos aún de maquillaje de la noche anterior, y le sonrió.
++ Cuánto tiempo llevas ahí sentado? - preguntó ella.
++ Toda la noche.
Se
levantó tranquilamente de la cama mientras se desperezaba y encendió un
cigarro. Seguía desnuda, y no le preocupaba. Se agachó y cogió del
suelo su guitarra, una hermosa Les Paul negra, y fue hacia él. Se sentó
en sus rodillas, mirándole a la cara, y empezó a tocar su canción
favorita.
++ Tengo que volver a casa, mi mujer me espera – le recordó. Y mientras, ella, sin dejarle acabar la frase, le besó.
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